martes, 29 de julio de 2014

El reflejo de la felicidad

El reflejo de la felicidad


   Hacer clases es, sin duda, una experiencia muy diferente a todo lo demás que me ha tocado hacer en la danza. He descubierto una parte de mi que ni siquiera imaginaba tener.
   Cuando comencé a hacer clases, recuerdo que estaba muy insegura de mi y mis conocimientos, en el momento en que me planté frente a mis primeras alumnas, sólo pensaba que las niñas me estaban evaluando, casi que olían mi miedo jajajaja!!!
   Con el tiempo aprendí a enseñar, mis alumnas me mostraron el camino indicado para ser profesora y sigo aprendiendo día a día gracias a ellas.
   Cada alumna es un mundo, todas aprenden de diferentes formas y con distintas técnicas. A algunas les basta con mirarte, a otras les tienes que explicar un poco más lento, otras necesitan que las ayudes a moverse o explicarles paso a paso, desglosando lo que estás explicando. Con todo esto aprendo siempre más, buscando la fórmula perfecta para cada una, me detengo y analizo lo que hago y es impresionante como ha ido evolucionando y mejorando mi manera de hacer clases desde cuando empecé hasta hoy.
   Hacer clases es lo más maravilloso que he experimentado, es algo muy enriquecedor para mi espíritu.
   Cuando una alumna se te acerca y te dice "Profe: me encantó su clase" es el premio más grande que puedes recibir, definitivamente no hay nada mejor, me siento feliz.
   La imagen más perfecta que he encontrado en el espejo del salón de baile, es cuando refleja a todas mis alumnas con sus caritas mirando y esforzándose por superarse, cuando me veo entre ellas, me llena de orgullo mi trabajo y me hace sentir tan plena y afortunada que muchas veces me emociona.
   Para todas mis alumnas y ex alumnas.

Con amor Badia Izdihaar



martes, 8 de julio de 2014

Camino de flores


Camino de flores



Cuando me dedico a ver videos de bailarinas, es en esos momentos cuando me lleno de preguntas, ¿cuánto llevará bailando?, ¿de dónde es?, ¿con quién estudia?,  ¿podré llegar a ese nivel?. Cuando llego a esta última pregunta, son muy variados mis pensamientos y emociones al respecto, me imagino en escenarios muy grandes, con mucho público, y muchos aplausos, pienso en el tiempo, en lo rápido que pasa, en todas las demás actividades y roles que tengo en mi vida, me da emoción y mi mente y mi corazón sueñan, anhelan ver cumplidas tantas cosas en mi vida, también está presente muchas veces el desánimo, que viene por muchos factores distintos, a los que no les daré espacio en mi blog... pero lo que quiero decir y a lo que quiero llegar con todo esto es un poco a repetir lo que he dicho en algunas de mis otras entradas. Lo importante acá es la pasión, la entrega y el amor que ponemos en lo que hacemos, seamos bailarinas, cantantes, pintoras, escultoras, abogadas, doctoras, secretarias... etc... cualquiera sea el camino que estemos recorriendo, debemos sembrar durante todo nuestro viaje, para verlo florecer, para que cuando lleguemos al final de éste, miremos hacia atrás y lo veamos lleno de flores, de todas las especies, colores y tamaños y podamos apreciar y disfrutar de todo lo que hicimos para cumplir nuestros sueños de vida, esos sueños que hacen que nos levantemos cada día, esos sueños que nos mueven, esos que cuando caemos, nos hacen levantarnos una y otra vez, sin importar cuántas veces tengamos que hacerlo, esos sueños que ante la adversidad se disipan un poco, pero siempre vuelven a brillar y cada vez con mayor intensidad, esos sueños que cuando pensamos en ellos hacen que nos brillen los ojos y se nos llenen de lágrimas porque sentimos que cada vez están más cerca.
Nunca hay que bajar los brazos, nunca hay que dejar de creer, lo que más amamos y deseamos, muchas veces es lo que más nos cuesta conseguir, lo que requiere más tiempo para que se cumpla como lo queremos, porque lo soñamos perfecto y hermoso y será el regalo que esperamos y por el que luchamos durante toda nuestra vida.

Con mucho amor Badia Izdihaar.