lunes, 21 de enero de 2013

Qué hace a una bailarina


2010


Cuando llevaba poco más de un año estudiando Danza Árabe con mi primera profesora, surgió la oportunidad de presentar una coreografía hecha por mi junto a mi amiga bailarina Valentina, fue una percusión mezclada con samba, ensayamos casi a diario, nos costó mucho coordinar perfectamente todo, los pasos no eran tan fáciles y había que estar a la altura de bailarinas con mucha más trayectoria que nosotras. Trabajamos duro y estábamos muy contentas con el resultado. 
Lamentablemente, ese día tuvimos la mala suerte de encontrarnos con bailarinas que al parecer pensaban que una bailarina es un traje profesional de mucho costo, y no fuimos muy bien tratadas ni miradas por nuestros pares, nos sentimos disminuidas por ellas, les permitimos que nos hicieran sentir así, el público opinó lo contrario, en los aplausos y la participación que recibimos durante nuestra presentación nos demostraron que una verdadera bailarina no es un traje costoso, una bailarina no se hace con pestañas de dos metros, ni tacos, ni trajes con mucho brillo, una bailarina es quien pone su alma en cada paso, una verdadera bailarina es quien lo deja todo en el escenario y se baja feliz de él, una bailarina es pasión, amor, dedicación y brillo, pero brillo interior. 
Con todo esto les quiero decir que nadie, absolutamente nadie tiene el derecho de menospreciarlas por ningún motivo, todas somos distintas y bailamos distinto, pero lo que nos hace iguales y lo que realmente importa en esto es que bailamos con el alma al descubierto, no importa si bailamos con jeans y zapatillas, o desnudas, o con ropa deportiva. Importa nuestra alma danzando en cualquier espacio, con cualquier público o sin él.
Abajo el video de aquella presentación, hace mucho tiempo, apenas llevaba 8 meses aprendiendo.

Con amor Badia Izdihaar.


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