2008
Cada vez que me presento en público, lo hago encantada y muy, pero muy orgullosa, y cuando bailo en galas o en shows, siempre hay alguien de mi familia, eso lo tengo claro, pero bailarle sólo a la familia... eso, es otra cosa... el orgullo por lo que hago siempre está presente, pero el nerviosismo es impresionante, no importa cuánto tiempo lleve bailando, me siento evaluada y puesta a prueba, es como si me dijeran "Ya!, baila para nosotros para ver qué tan bien lo haces", quizás eso no sea lo que piensen (espero que no), pero así me siento... como un conejillo de indias.
Mi hermano, vive muy lejos de mi, y eso hace que lo vea una vez al año y si la suerte nos acompaña pueden ser dos, por eso cuando me pidió que les bailara, no podía decirle que no, me grabó y tomó fotos, mis sobrinos me miraban y yo muy nerviosa, intentando mostrar lo que sabía hacer. Los miraba y no podía interpretar lo que pensaban de lo que hacía, lo intenté durante todo el baile. Al terminar, sentí que les había gustado y me encontraba feliz y orgullosa.
Con amor Badia Izdihaar.
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